sábado, 10 de julio de 2010

El milagro mexicano

Modelo de desarrollo estabilizador.

Modelo especifico de México, derivado de la intención gubernamental de intervenir decididamente en la economía para tratar de controlar el proceso de industrialización; inició durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines y permaneció vigente hasta mediados del gobierno de Luís Echeverría, cuando se hizo insostenible.

Este modelo fue seguido por el Estado con el objetivo de evitar los factores desestabilizadores de origen externo e interno; como las devaluaciones de la moneda, los procesos inflacionarios relacionados con éstas, los aumentos salariales en el mismo sentido. Se pretendía conseguir la industrialización del país, como producto de un desarrollo regulado, no accidentado y sin conflictos; un desarrollo permanente y estable y a su vez estabilizador del orden social al que se debía.

Era una continuación de las políticas económicas industrializadas anteriores, pero expresa con mayor fuerza su impulso a la industrialización. Vigente en el país de 1954 a 1973, tiempo en el que la estructura económica mexicana se transformó significativamente, influyendo en la forma en que los sectores de la economía participaron en la generación global de la riqueza.

Las medidas económicas que de él emanaron fueron:
a) El crecimiento industrial se financió utilizando las divisas producidas principalmente por las exportaciones agrícolas. También se utilizaron las generadas por la minería y el turismo.
b) A nivel interno, los precios de los productos agrícolas se mantuvieron bajos y fijos por muchos años. Esto abarato el costo de la mano de obra y facilitó la capitalización de la industria.
c) Se establecieron barreras para proteger el crecimiento de la industria nacional, de manera que no tuviera que competir con la industria norteamericana. Se le garantizó un mercado cautivo y una serie de apoyos en asuntos fiscales, en acciones de crédito, en infraestructura básica, etc.
El Estado asumió el papel de empresario en algunos sectores estratégicos (comunicaciones, energía) incursionando en varias empresas de producción directa. La intervención estatal en la economía mexicana hizo que ésta fuera considerada por muchos como una economía mixta, que como tal había logrado la coexistencia de las empresas de capital privado y público.

Con este modelo la industria encabezó el crecimiento económico del país. Se terminó de orientar la producción industrial nacional hacia bienes de consumo del mercado interno y se mantuvo la intención de seguir apoyando su capitalización. Se registró un elevado índice de crecimiento del PIB superior al 6% anual y sin inflación. Por estas cifras, a todo este movimiento se le bautizó como el milagro mexicano. La gráfica nos muestra el contraste que se desarrolló entre el aumento de la participación industrial del PIB y la tendencia contraria experimentada por el sector agropecuario.

Este fue uno de los resultados más importantes del desarrollo estabilizador; un desequilibrio estructural entre los principales sectores económicos que pronto condujo al país a una severa crisis, cuyos efectos no han dejado de sentirse hasta hoy.

Contexto Internacional.

El milagro mexicano sucedió durante la Segunda Guerra Mundial, por lo mismo el capitalismo mundial experimentó nuevos cambios; se construyen grandes empresas que operan a escala internacional, es decir, las empresas transnacionales, que influyeron en países atrasados en su industrialización por las condiciones que le permiten controlar monopólicamente los mercados internos, el fácil acceso a las materias primas y la mano de obra barata; transformando así la división internacional de trabajo y dándole a estos países el carácter de fabricantes de productos industriales y manufacturados, a pesar de que estos en la gran mayoría únicamente exportaban materias primas.

Con lo anterior, México adoptó a nivel internacional lo siguiente:
Se percibía y se desarrollaba un México capitalista subordinado y dependiente, en virtud de que en el país la maquinaria y la tecnología son escasas y se necesitaba comprar en el exterior.

La salida de divisas por adquisición de maquinaria, tecnología e insumos industriales desnivelaba la balanza comercial y de pagos. El gobierno apoyó a la industria y la protegió de la competencia externa, con altos impuestos de productos que se producían en el país.

El gobierno subsidió a la industria proporcionándole bienes y servicios a un bajo precio y realizó inversiones para construir una infraestructura que favoreciera al desarrollo industrial. Así como también el gobierno sostenía las finanzas de las empresas paraestatales e impedía su quiebra cubriendo sus pérdidas con el dinero del erario público.

Para cubrir el Déficit, el gobierno recurrió al endeudamiento externo. Se sacrificó al a agricultura para favorecer a la industria dando como consecuencia más tarde una severa crisis agrícola. El gobierno limitó las demandas salariales y las prestaciones de los trabajadores para favorecer las ganancias industriales.

El capital extranjero se benefició de la política gubernamental, porque las sucursales de las empresas transnacionales establecidas en México tenían las mismas ventajas que la industria nacional, de esta manera la inversión extranjera directa se canalizó a la industria de transformación y el gran comercio. Se vieron notablemente tasas de crecimiento del PIB.


La crisis del “milagro mexicano”. Situación internacional.

Desde la Segunda Guerra Mundial, el Estado tuvo un papel protagónico en los países capitalistas centrales en los rincones públicos y privados de la vida social, se transformó en el agente más importante de la producción y reproducción de la sociedad.

Su actividad económica alcanzó un nivel inusitado; el gasto público fue el factor fundamental para atenuar las crisis económicas y restablecer la economía de los países Europeos como el Reino Unido, Francia, Alemania Occidental, Italia y Estados Unidos alcanzando un alto porcentaje de PBN.

En el desarrollo del capitalismo de Estado en la posguerra, influyó también el gran peso de las investigaciones y el desarrollo tecnológico y de los costos de reproducción del capital. El Estado, contribuyó a que se diera en la posguerra un ciclo de prosperidad más o menos largo, con crisis relativamente moderadas. Pero las técnicas anticrisis eran y siguen siendo fundamentalmente inflacionarias; la aplicación de medidas antiinflacionarias en todos los países imperialistas propició la sincronización del ciclo económico internacional.

Fue una crisis de sobreproducción; era el resultado de una fase típica de descenso de la tasa promedio de ganancia; Esta crisis tenía la peculiaridad de ser la primera crisis general del sistema capitalista desde la segunda guerra mundial y fue una combinación de fenómenos inflacionarios provocados por los gastos del Estado en forma deficitaria y ampliación extraordinaria del crédito privado; “constituía una reacción del capitalismo en contra de los excesos del expansionismo inflacionario, la sobre expansión del crédito y el sobrepeso de los gastos sociales del Estado benefactor”.

La respuesta que dio el capitalismo fue la restricción de la intervención estatal en la economía y la distribución de la emisión de la moneda para financiar el gasto público; Otro fenómeno importante que vendría a incidir en el desarrollo de México de manera directa fue la elevación de los precios del petróleo, que tanto contribuyó al ciclo de prosperidad de la posguerra.

Bibliografía.

Izquierdo, Rafael. Política hacendaria del desarrollo estabilizador: 1958-1970. México: FCE, 1995.
Carmona, Fernando; Montaño, Guillermo; et al. El milagro mexicano. México: Nuestro tiempo, 1974.
Flores Salgado, José. De la sustitución de importaciones al objetivo de la industrialización orientada a la exportación en México: alcances y límites. México: UAM, 1997.